Como yo reconecte con mi creatividad a través de la escritura reflexiva en mi cuaderno de journaling.
Quiero confesarte algo…
En mis 20s, yo me sentía como una persona poco creativa.
Y como no era una de esas personas afortunadas con “talento artístico”, cerré las puertas a mi creatividad para “no perder mi tiempo con esas cosas creativas".
A la misma vez, en mis 20s yo me sentía muy desconectada de mi misma, y me auto-etiquetaba como una persona indecisa.
Se me hacía muy difícil tomar decisiones, invalidaba mi intuición, y le daba prioridad a lo que "debería" hacer o a lo que “complaciera” a otros, versus a lo que quería mi corazón.
Cuando elegí mi maestría, le pregunté a tanta gente lo que “debería” estudiar y en donde, que terminó eligiendo la maestría más “prestigiosa” aunque no era lo que realmente quería estudiar.
En mis 20s cada decisión se sentía como una cirugía de corazón abierto, la cual tenía que hacer lo más perfectamente posible con cero margen de error. Y antes de decidir algo, me dedicaba a recolectar todas las opiniones posibles para tomar la decisión que se percibiera como la más perfecta.
Yo completamente ignoraba mi propia intuición.
Ahora estando en mis 30s, reflexionando retrospectivamente a esa versión “indecisa” de mi en mis 20s, puedo ver claramente que la desconexión que sentía con mi intuición tenía mucho que ver con el haber cerrado las puertas a mi creatividad.
De la sociedad, yo había aprendido que el ser creativo era solo para esas personas con “dones artísticos".
Pero ahora entiendo que todo ser humano es un ser creativo, y que la creatividad es una fortaleza interior esencial para nutrir nuestro bienestar, porque la creatividad nos conecta con nuestra intuición.
Una de las cosas que me ha ayudado a cultivar y evolucionar mi conexión con mi intuición ha sido el re-abrir las puertas a mi creatividad a través del journaling.
Te cuento de mi experiencia transformadora con el journaling…
Mi relación con la escritura al estilo journaling empieza cuando era niña y yo escribía de manera muy irregular, empezaba cuadernos y nunca los terminaba. Todavía tengo uno de mis primeros cuadernos de journaling el cual compartía con una amiga. Nos pasamos este cuaderno entre clases para escribirnos “notitas”.
Al graduarme de high school mi amiga Susan me regaló un cuaderno de journaling hermoso, el más lujoso que había tenido hasta ese entonces. De cierta forma, el tener ese cuaderno me hizo sentir más oficialmente como un journaler - una persona que escribe en sus cuadernos de journaling. Tube que comprar lapizes especiales para ese cuaderno porque las paginas eran color negro. Aquí empecé a tomar mi practica un poco más en serio. Ese cuaderno lo llené a la mitad en el curso de años (escribiendo poquito e irregularmente) y lo poco que llené fue exclusivamente con la escritura.
Unos años después conocí a una persona, quien hoy en día es mi amiga y mentora - Elizabeth - quien me enseñó el visual journaling. El ver los cuadernos de journaling de Elizabeth me abrió a todo un nuevo mundo de creatividad. Ella no solo escribía en sus cuadernos sino que también hacía collage, pintaba, coloreaba, decoraba con diferentes materiales, etc.
Por primera vez me di cuenta de que mi cuaderno de journaling podría ser un espacio seguro, no solo para escribir pero también para expresarme con una variedad de materiales y posibilidades.
Elizabeth me invitó a agregarle más color y decoración a mi cuaderno de journaling, más allá de la escritura.
Esta invitación al visual journaling evolucionó mi práctica de journaling y hasta hoy en día me ofrece un portal que sigue cultivando mi conexión con mi creatividad.
Hoy en dia, si en algún momento me siento desconectada de mi misma - si siento que "estoy confundida", o que "no se" que hacer o cómo me siento, o siento qué "debería" hacer tal cosa - acepto estas experiencias como señales que necesito pausar a re-conectarme conmigo misma. Se que puedo abrir mi cuaderno de journaling, empezar a expresarme con la escritura o con un collage, y confío que mis propias respuestas emergerá intuitivamente.
Re-abrir las puertas de nuestra creatividad puede sanar el mundo, y el journaling nos ofrece una hermosa herramienta para hacerlo.